Mejora del rendimiento en maíz

El proyecto se centró en 4 líneas endocriadas de maíz, con 5 localizaciones por línea endocriada y 20 localizaciones en total. Se tomaron 5 réplicas de muestras de suelo a granel y 5 réplicas de muestras de suelo de rizosfera. El estudio identificó diferencias significativas en tres macrozonas principales de muestreo. Dos de ellas compartían una microbiota similar, mientras que una presentaba agrupaciones significativamente distintas de las otras dos áreas. Se sugiere que había una microbiota globalmente diferente en esa zona que, en última instancia, fue la de mayor rendimiento.

La principal diferencia podría deberse a la diferente abundancia de taxones. Además, una zona que recientemente ha pasado de utilizar prácticas de gestión convencionales a prácticas ecológicas e integradoras ha dado lugar a una mayor biodiversidad microbiana en comparación con otras zonas con prácticas convencionales. Algunos taxones y especies tienden a estar presentes o a ser más abundantes en las muestras de bajo rendimiento, y otros taxones y especies específicos tienden a ser más abundantes en las muestras de rendimiento medio-alto.

El estudio logró crear un modelo predictivo que incluía parámetros genéticos y medioambientales con interacciones en el microbioma del suelo. Mediante el análisis de la genética de las semillas, el microbioma del suelo y los datos medioambientales, el modelo permitió predecir el rendimiento con una precisión del 98%. BeCrop® proporcionó una gran importancia agronómica de las interacciones del microbioma para impulsar la selección de zonas, cultivadores y campos para la producción de maíz. Los resultados resaltaron la importancia de promover prácticas que mantengan altos niveles de biodiversidad microbiana.

Asimismo, BeCrop® permitió a las partes interesadas orientar el posicionamiento de los productos aprovechando los valiosos microorganismos para promover una aplicación óptima de los insumos fertilizantes, lo que permitió a los productores ahorrar dinero y reducir la actividad perjudicial para el medio ambiente sin disminuir la producción agrícola.

El proyecto permitió a la Universidad de Módena y Reggio Emilia y a Corteva conocer mejor la importancia de la red de microorganismos del suelo y el rendimiento de los cultivos para abordar una producción de maíz fiable y sostenible.